HOY ERA EL DÍA
[Porque sus palabras son propias
de inspiración]
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Hoy era el día en que esa mujer guerrera,
poco soñadora, pero esbelta como diosa,
construía su andar imperfecto, dentro
de un mundo imperfecto, cuestionando
con fuerza a la humanidad, como si ella
no perteneciese a esta humanidad,
agobiada y doliente.
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Irónica pero elocuente, hoy era el día
en que esa mujer se desenvolvía en su mundo
singular, pero exigiéndose, buscando una
esquina, en la que todos como seres buscamos,
para regodear nuestro poder, en donde, nos
desplegamos y no renunciamos a ser críticos
del mundo que no nos gusta, pero donde podemos
tejer el destino del cual deseamos ser parte.
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Inteligente, pero audaz, hoy era el día
en que esa mujer que sabe distinguir singularidades
aunque no las aprovecha para la construcción que
quiere, tan exigente que no ve todas las personas que
a su alrededor están dispuestas a trabajar
para su mundo y se señala como sola,
cuando en realidad no lo está.
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Interesante e ilustre, hoy era el día
en que esa mujer, explorando con su pensamiento
y con su cuerpo de manera sincera y franca,
pensando en encontrar caminos, sin darse cuenta
que los caminos propios antes que encontrarse se
hacen, desconociendo que la historia del universo se ha hecho
sobre intentos, uno tras otro, no fue de otra forma que
la vida surgió y que así se perpetúa.
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Sencilla y jocunda, hoy era el día en que
esa mujer que no quiere darle el significado heurístico
a sus experiencias y que fatalmente les llama errores,
una mujer joven y bonita por dentro y por fuera,
que insiste en negarle su reflejo a los espejos,
a los ojos que la ven con amor.
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Candorosa y deleznable, hoy era el día en que
esa mujer que insiste en una espera, en la espera del
comienzo de su destino. Y el comienzo del
destino no vuelve, porque es como un barco
que anhela olas y brisas, y espumas, y nuevas
tierras, y ella por estar en la espera se
está perdiendo de las singladuras que le
ofrece la vida para crecer, surgir,
ser diferente y desafiar la
construcción de un mundo diferente.
Hoy era el día para caminar, para pensar,
para respirar, para vivir, para arriesgarse,
para sentir, para ser.
Silenciosa y cautelosa, hoy era el día
En que esa mujer revivió, porque una parte
del mundo la extraña, la pide a gritos, la requiere
en la batalla pero ella necesita resolver un par
de asuntos para responder al llamado.
Hoy simplemente era hoy, porque para mañana
ya es demasiado tarde
Euterpe
(23-06-2012)