Mi alma esta vacía, sin esperanza alguna. Hay noches en que me reviso y caigo de picada en un túnel profundo de insomnio y agua salada (supongo yo, son mis lágrimas que aún no han logrado tocar mis parpados). Entonces entran los recuerdos y siento como el dolor recorre mi interior, luego mis uñas escarban mi cuerpo y la sangre eyacula por mi piel, me doy cuenta que me he lastimado otra vez; la piel arde y la vergüenza me cubre con su manto de silencio y horror. La muerte acecha sin permiso, intento combatir con ella, solo para poder abrir los ojos y rogarle al destino, que por favor me de otra oportunidad, aunque la oscuridad me aceche, aunque mi alma este quebrantada, aunque la soledad sea mi única compañía y aunque el sentimiento de abandono me toque la espalada...
Euterpe ©