Hace unas semanas me apode como "agente del miedo", y me di cuenta que no le temo al pasado, al presente, ni al futuro como lo describía en aquellos versos de Octubre, entonces me di cuenta en realidad, que no hay peor miedo que verle la cara a la locura cada vez que ella se hace presente, con sus voces incesantes, persecutorias, burlonas, insensatas y dictatoriales. Dejándome desarmada, cubren mi mente, y mis pensamientos. Mi fin se aproxima, me siento cansada, y de rodillas grito al auxilio de un alguien que no puede escucharme.
Euterpe ©