Subtitulo: Viajando por el Análisis existencial y su
encuentro en contextos escolares.
Julie Paola Lizcano Roa
La vida no es un Test de Rorschach sino un enigma. Y lo que yo llamo
deseo de sentido, va más allá de la simple aprehensión de una figura. (Viktor
Frankl, El hombre doliente)
Cuando estaba estudiando mi
pregrado de psicología en la Universidad sentía que no encajaba en las clases cognitivo-conductuales,
ni de enfoque sistémico, mucho menos las psicoanalíticas… para resumir un poco.
Sin embargo, no quería rendirme, ni parar mis estudios autodidácticos en torno
a encontrar en la psicología algo que me apasionara, así que decidí en el 2012
embarcarme a un breve viaje por Lima, Perú a un congreso de Psicología
humanista-existencial. Esta vez sentía que era mi lugar, que allí pertenecía,
miraba a mi alrededor y por fin sentía que me entendían, todas esas personas
hablando del ser humano desde una perspectiva logoterapeutica y humanística me
hacían florecer en mí las más tiernas peroratas, participe como ponente en un
grupo de estudio y fue maravilloso, aprendí de personas maravillosas y me
devolví a Colombia con la satisfacción de haber resuelto mis dicotomías y mis dudas
existenciales. Entonces empecé a escribir y a darle vueltas al tema de mi libro
“Análisis existencial en la escuela: de la restricción al encuentro creativo”,
y no fue fácil empoderarme del tema, debido a que no conocía mucho del tema, ni
de cómo abarcar el tema desde diferentes referentes teóricos, pero al año ya
había logrado darle forma a este maravilloso libro que hoy gracias a la
Editorial Académica Española se hace posible su publicación.
El libro narra que históricamente la psicología como
disciplina, ha contribuido en la búsqueda de soluciones a las problemáticas que
surgen dentro de los diferentes contextos que hacen parte de la vida del ser
humano, uno de ellos son los contextos escolares, sin embargo las prácticas de
orden “interventivo” han llevado a que el rol del psicólogo en el área escolar
parezca “difuso”, pues éste en ocasiones ejerce su práctica con la
intencionalidad de llevar a cabo diagnósticos psicológicos que muchas veces son
reforzados por los docentes de dichas instituciones o viceversa y que pueden
llevar a dificultar el desarrollo de los estudiantes dentro de la institución
educativa o en otros entornos donde estos se encuentren inmersos.
El análisis existencial
implica una visión del mundo (weltanschauung) humanista, cuyo fin radica en
eliminar la escisión que existe entre sujeto y objeto, por ejemplo, Binswanger
llamó a esto el “defecto fatal de la
psicología” y May lo denominó la “zona
cancerosa”. Pues esa visión del sujeto y el objeto como entes que se
encuentran en un mismo nivel de comprensión es lo que ha hecho que la
psicología se vuelva un tanto difusa
y donde se pretende comprender
una única forma de vivir la vida, pues el fin
no sólo es intentar hacer un análisis concreto de la persona, desde el
sentido óntico, sino desde el sentido ontológico, donde es fundamental realizar
un análisis de la persona, ayudando a que está
despliegue sus potencialidades. Por eso como lo resalta Binswanger la
terapia basada en el análisis existencial estudia el historial del paciente a
quien trata, pero no explica ese historial ni las idiosincrasias patológicas
conforme a las enseñanzas de ninguna escuela psicoterapéutica, ni mucho menos
recurriendo a estas. Lo que se intenta entonces, es comprender la historia de vida como estructura
particular del paciente en el mundo.
Por ejemplo, al aplicar esta
perspectiva a la escuela se resalta la idea de que todos los estudiantes son
diferentes y de lo que se trata es de ayudarlos a ser más como ellos mismos y
menos como los demás. En este sentido se considera que es necesario ayudar a
los estudiantes a explorar y comprender más adecuadamente el conocimiento de su
persona y los significados de sus experiencias vivenciales. En ese sentido, se
observa a la educación como un medio favorecedor, cuasi terapéutico, pero al
mismo tiempo instruccional del desarrollo de esa tendencia actualizante
inherente en todos los hombres, la cual podrá ser potenciada si se atiende a
las necesidades personales de cada alumno, proporcionándole opciones válidas de
autoconocimiento, crecimiento y autodecisión personal.
Y
es que desde el Análisis existencial es fundamental el reencuentro con el otro,
donde exista una participación existencial que este dada por dos personas que
se encuentren en un mismo plano, eliminando así, la escisión sujeto-objeto, ya
que lo más importante dentro del modelo bio-psico-socio-espiritual es que el terapeuta se permita
crecer y transformarse junto con el
consultante y así entonces, el consultante se desplegara de tal manera que
podrá ser visible para el terapeuta, comprendiendo así la historia de vida de
éste y ayudando a estructurar el mundo que el consultante quiere para sí.
Lo primordial no es estudiar la psicopatología, lo que
importa es la historia de vida del consultante y cómo este puede reencontrarse
con el otro, los mismos resultados
recalcaban que desde el modelo bio-psico-socio-espiritual, la psicopatología
juega un papel secundario, ya que podría reducir la comprensión del ser humano
el cual el terapeuta tiene al frente, postura que no se encontró desde el modelo
biomédico, por ende acá sería fundamental tener en cuenta la propuesta de
Martínez, quien postula, que el ser humano no enferma, sino que se restringe, este mismo autor resalta que
hablar de restricciones en vez de psicopatología, permite comprender mejor la
manera como la libertad en una persona puede llegar a hacerse real y expresarse
de manera concreta, con lo que concluye que las conductas no están determinadas
por resultados y consecuencias, ya que es la persona quien es la responsable de
su existencia. De acuerdo a lo anterior, es importante destacar que se encontró
una relación importante entre los planteamientos del análisis existencial, en
los que se resalta la importancia de implementar en el encuentro terapéutico
los fundamentos de la fenomenología (como lo puede ser la fenomenología
descriptiva, o genético-estructural, o categorial), planteados desde el
pensamiento de Jaspers, lo ideal entonces es que el terapeuta comprenda a su
consultante como un ser-en-el-mundo enfatizando la relación de este como un
ser-con-otros.
Para concluir, quiero agradecer a la Editorial
Académica Española por invitarme a participar en este proyecto tan maravilloso
como la edición de este libro que ha sido tan valorado por la comunidad
académica, y que espero y sueño se propague por todo el mundo, que los
terapeutas existenciales y no existenciales lo lean y se acerquen un poco más a
valorar la postura humanista como aquella que ve al ser humano en un constante
enfrentamiento consigo mismo por el simple hecho de existir como Dasein y es
que al explorar dichas tensiones nos adentramos en la comprensión de lo que
significa la existencia como seres humanos, acercándonos a comprender lo que representa e implica
ser-en-el-mundo. Si quieren obtener un ejemplar de este
maravilloso libro pueden obtenerlo por el siguiente link https://www.morebooks.de/gb/search?utf8=✓&q=+978-613-8-98826-7