viernes, 3 de mayo de 2013


3/05/2013

“FUTURO”

“El futuro es un presente tardío” (Euterpe)

Si me pongo a reflexionar sobre el futuro y desde qué momento lo deje a un lado, podría decir que aproximadamente hace cuatro años deje de dibujarme en mi mente y en mis sentimientos el deseo del futuro. Puedo presentir que el día en que aquello ocurrió fue cuando de repente deje de amar la vida y valorarla, y el problema de ello fue cuando puse toda mi vida en una persona, cuando creía que el amor era infinito e inagotable, y entonces me di cuenta que el amor se acaba, que el amor también se extirpa, que el amor también se agota y que inesperadamente se pierde. Entonces fue allí donde comencé a vivir en un pasado perpetuo que aún no termina y un presente inexistente.

Retomar hoy el futuro, es como pedirle a mi alma que tan solo por un instante se deje “vislumbrar”; alguna vez pensé, que si iba a escribirle al futuro era porque había encontrado en la vida las respuestas que necesitaba para seguir existiendo, sin embargo han pasado diez años y lo que sólo tengo son más preguntas para resolver, además de eso, se suma el miedo y la vergüenza de la existencia, pero hoy hago una súplica al cielo y le pido a mi alma que me regale un espacio, tan solo un poco de espacio para escribirle a este tiempo, que muchos desean que llegue, porque es en el futuro donde el sol siempre sale sobre el horizonte, o esa luna llena de hermoso brillo que aparece para guiar el andar de aquellos vespertinos que recorren el mundo bajo su sombra.
Quiero atreverme a pensar que el futuro es un presente tardío, el cual pocos logramos disfrutar, el futuro es como el puente que divide la vida y que renueva el oxígeno de los ya fatigados, es el bastón que encuentra todo aquel quien decida seguir su recorrido, temiendo siempre a que otros tiempos se inmiscuyan para que de alguna forma caiga de rodillas ante la muerte, que siempre espera ansiosa de aquellos ancianos atormentados y reumáticos que cargan en sus espaldas las jorobas de la desdicha y de las culpas del pasado y que van pasando por el tiempo recordándole al mundo sus faltas, reavivando sus rencores y orinando en la puerta del futuro.

El tiempo es como un cielo y un infierno, los cuales todo ser humano carga con ahínco y otros con castigo, yo no culpo al tiempo, pero sé que mi joven futuro se encuentra afligido y lo he alimentado durante muchos años por mis inseguridades y predisposiciones, mi futuro ha crecido tan inseguro y tembloroso que apenas puede caminar o hablar por sí mismo. Ya le había visto. De vez en cuando se escondía entre los arbustos y afuera sentado al frente de mi habitación, y con sus piedras ha quebrado en varias ocasiones los vidrios de mis ventanas, gritando insultos balbuceados y luego huía torpemente por las calles de la ciudad. Sé también que no soy amiga del tiempo, soy enemiga del pasado y estamos en proceso de reconciliación, entonces el futuro es como mirar un túnel donde se es imposible vislumbrar las luces de los trenes que desde hace mucho no llegan a la estación, sin embargo si de aquí a un año, cinco años, veinte años se atreviese a pasar alguno por acá, no duraría en subirme al primer vagón, para empezar allí otra historia personal, podría entonces ver en mi rostro la satisfacción de aquel que reconoce cuando un instante es perfecto, de aquel que se impregna de la inmensidad que se desborda ante ella y la deja entrar para que esta la transforme. Entonces quizás llegue el momento en que despojada de culpas me levante, y por primera vez camine libre hacia el firmamento, inmune a cualquier causa o efecto.

En ese tren que abordaría, recorrería el mundo a través de mis letras, aprovecharía entonces para conocer esos lugares que ahora solo contemplo en la TV, en uno que otro libro o en algún cuento de los cuales ya he escrito, no cabría duda de que escribiría el pasar del tiempo, dedicaría mis letras a la psicología, la filosofía y la literatura. Viajaría si es posible, a todos los rincones del mundo donde pueda difundir mis conocimientos, llenaría mi vida de poesía y la compartiría con todos aquellos que quieran escuchar y aprender a través de mis versos. Dedicaría mi tiempo al aprendizaje constante, a la lectura, y al arte contemporáneo. Desearía entonces, sentarme bajo la sombra de un sicomoro y escribir algunos versos dedicados al amor y a la vida. Aprovecharía de ese viaje para contemplar la vejez de mis padres y lo que estos tengan que aportarme, degustarlo tanto que en su lecho de muerte no tenga nada sobre qué arrepentirme. Aprovecharía del futuro para entregarme en cuerpo y alma al amor, recorrería el tren en búsqueda o compañía de ese alguien que quiera dibujar nuestra historia en pergamino, sin temores, ni prejuicios, amándonos en libertad, y si las circunstancias desean que nos apartemos, que seamos capaces de poder abandonarnos sin el látigo del castigo y el odio por habernos separado. Aprovecharía el futuro para abrirle la ventana a la vejez y aceptaría sin condiciones la llegada del fin de mis días, aceptando ese presente tardío donde pueda decir: Ahora veo, existo, muero y disfruto aquí, en cada aliento. No hay gritos ni rencores en mi puerta, jorobas ni muletas;  y mis ventanas están abiertas, dispuestas a los  juegos de las hojas que las corrientes arrastran hasta mi hogar.  Ya no me adelanto a mis pasos, ni doy importancia a mis huellas. Mi boca ríe, saborea las palabras, los frutos y la lluvia que desciendo por mi frente con la misma intensidad. Y las nubes llameantes que pasan sobre mi casa regalan a mis ojos su belleza. Ahora soy presente latente en todo momento, y la importancia esta en todo, porque todo es importante. La vida es viviendo, y estoy aquí, atenta a su danza, apoderándome de cada instante.

Aprovecharía finalmente, mi instancia en ese tren como una forma de merecimiento, de oportunidad, de darme la opción de seguir adelante, sin finales ociosos o cortantes, sino con la opción que da el tiempo de vivir infinitamente, inmersa en la posibilidad, pues al fin y al cabo el tiempo no tiene final.


Y qué es lo que vas a decir?
voy a decir solamente algo.
Y qué es lo que vas a hacer?
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué?…
Tengo miedo. (A. Pizarnik)



Euterpe ©

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