Al comenzar el día de aquel fatídico
martes, las ventanas se abrían para mirar el mundo exterior que oscuro permanecía;
piedad Señor, pedía para mi pobre pueblo.
La vida es una quimera de un solo
sentido como una bala, que solo tiene una punta no dos, la vida es para
vivirla, ¿quién ha visto regresar alguien de la muerte? Hay que darla con todo,
y si no, mejor no hacer nada.
Quiero una vida que presuma con los
meses y los días con algo de insomnio, que ha encontrado al mejor peregrino
para que ande en ella. Quiero una vida que me extrañe y que me lo haga saber a
tiempo. Quiero una vida que le guste cuidar y consentir de su naturaleza, sean
días coloridos o días en que la oscuridad se arrebata el primer puesto del
calendario.
Espero coincidir con una vida que tome
las cicatrices que llevo en el corazón como ejemplo para que recuerde que en ésta
ya no cabe más gente gris ni amores a medias. Finalmente quiero una vida que entienda
que lo único que necesito es una sobredosis de emociones y si puede un tantico
de felicidad, nada más.
Carlotta de Borbonet©
Juli P. Lizcano Roa
INDICIOS 2019-20
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