viernes, 8 de mayo de 2020

¿B. F. SKINNER ERA MECANICISTA? Por. Julie Paola Lizcano Roa




El hombre, es con mucho, responsable del ambiente en el que vive; ha cambiado el mundo físico para disminuir al mínimo las propiedades aversivas y elevar al máximo los reforzadores positivos.
B.F. Skinner
Es variada y amplía la literatura en la que podemos encontrar los postulados de B. F Skinner y sus aportes a la psicología, por ello, dentro de mi revisión teórica fue difícil encontrar un texto que me permitiera responder satisfactoriamente a la pregunta de si B. F Skinner era o no mecanicista, debido a que se han malinterpretado de alguna forma sus postulados. Aun así, logré realizar el siguiente análisis:
Considero importante hacer un análisis de algunos fundamentos del conductismo radical y determinar qué postulados se relacionan más con el pensamiento de Skinner. Uno de sus postulados, era la postura anti mentalista, donde por ejemplo Ryle (1967) resalta que Descartes afirmaba que el ser humano tiene un cuerpo y una mente, esta tendencia dualista según Ryle no permite abordar los mismos principios, fenómenos que pertenecen a diferentes niveles lógicos de abstracción; por ejemplo, solo se pueden hacer inferencias acerca de conceptos como impulso, mente, pensamiento, etc., pues si dichos conceptos no se operacionalizan en un mismo nivel lógico de comprensión, constituirán errores categoriales debido a su uso indeterminado para referirse a sucesos que por naturaleza son inequiparables. Como resalta Ryle (1967), los errores categoriales fueron cometidos por personas que no sabían cómo emplear los conceptos y nacen de su incapacidad para usarlos. Si para Skinner el objeto de estudio de la ciencia del comportamiento es la conducta, ésta debería ser comprendida por medio del estudio análogo de la evolución de la especie humana, es decir, que en los mismos principios naturales que guiaron el desarrollo de la especie humana, se podrían comprender las causas (a nivel ontológico) de ciertas conductas en organismos individuales de la especie humana (Slife, Yanchar y William, 1999); de esta manera el análisis del comportamiento estaría cimentado en una dimensión biológica-comportamental y restaría operacionalizar los términos usados en el estudio comportamental para no caer en errores categoriales. Al respecto Smith (1983) explica, la selección natural es el origen de las especies lo que el condicionamiento operante al origen de la conducta.   
Por otro lado, en el texto de Salvático (2006), se resalta que el mecanicismo estableció herramientas metodológicas para la predicción, como la interpretación de la experiencia y la regulación de la naturaleza por experimentos, interpretaciones que también hacen parte del conductismo radical; sin embargo, no consideramos que sean estos argumentos suficientes para establecer que Skinner era mecanicista, ya que diferentes tipos de mecanismos como el maquinista, el matemático, el icónico, entre otros, limitan el estudio del universo como si este fuese una gran máquina en términos de fuerza, masa y tensión; de esta manera las explicaciones acerca de los fenómenos comportamentales serían equiparables causalmente a la de los fenómenos físicos donde se creía que ciencias como las matemáticas el comportamiento de los fenómenos, determinando que es posible dar explicaciones a partir de Leyes (como las newtonianas), y que la metodología más adecuada para ello corresponde a un procedimiento de carácter deductivo, Salvático (2006); pero al considerar la cita anterior podemos deducir que Skinner no pretendió comprender los fenómenos psicológicos-comportamentales tal cual se comprenden los fenómenos en otras ciencias como la física y las matemáticas, esto es un principio meramente mecanicista (de tipo mecánico, maquinista o causal) y en palabras de Skinner, (1931) referenciado por Zuleyma, (2002):
Ahora asumiremos una visión más modesta acerca de la explicación y la causalidad que fue sugerida por primera vez por Mach y que en los actuales momentos es una característica del pensamiento científico, que señala, en una palabra, que la explicación queda reducida a la descripción a el concepto de función sustituye al de causalidad. (p. 84)
En todo caso, cuando leemos sobre el determinismo metafísico y el probabilismo metafísico, inclusive sobre el determinismo científico, en los que resalta que los seres humanos somos organismos genéticamente determinados y que somos moldeados a través de nuestras experiencias, encontramos convergencias con el estudio del comportamiento planteado por Skinner, y es por ello, que se debe abandonar la noción de libertad y de voluntad para tener una comprensión más precisa (etiológicamente hablando) de la conducta del ser humano. SE resalta también, que de una u otra forma existe una probabilidad de que los comportamientos de las personas se produzcan de forma caótica, aun estando en condiciones muy controladas, y parece que Skinner reconoce el carácter probabilístico de sus datos, pues existen factores ambientales que no provocan la misma respuesta exacta todo el tiempo; sin embargo, al considerar tales factores ambientales la propuesta de Skinner se acerca a un estudio de dimensión funcional y contextual; desde esta perspectiva se reconoce que cualquier formulación conductual puede relacionarse con sus propias contingencia reforzantes, las conclusiones entonces, no se pueden separar del contexto y del flujo de conductas que se producen en él; lo anterior implica un cambio fundamental en la comprensión de la realidad, pues reconoce que ésta no es aprehensible en forma de la realidad absoluta, ya que la conducta es funcionalmente descrita en un momento y contexto dado; por otro lado, vemos cómo desde estas perspectivas el criterio de verdad se aleja de una postura objetivista y se acerca más a una de tipo pragmática, ya que lo “verdadero” está, puesto en contexto, y como dice Skinner, citado por Mendoza (2009), lo verdadero está relacionado con las reglas y con las reglas de transformación de las reglas mismas. Las creencias entonces son cuestión de la probabilidad de la acción y la probabilidad depende de las contingencias. Aquí nuevamente observamos que Skinner reconoce el carácter probabilístico de sus datos y con ello se aleja de posturas mecanicistas de tipo lineal-causal.
Finalmente, desde esta postura funcional, el principio determinista de Skinner tendría un sentido amplio al considerar la interacción entre el sujeto y el medio ambiente (a nivel ontogenético y filogenético) como “determinantes” claves para la ocurrencia de la conducta, la causalidad se daría entonces en la medida en que las conductas están en función de sus consecuencias ambientales, pero está claro aquí, que la causalidad no tiene una connotación de tipo mecanicista, pues se refiere a la mayor probabilidad de la ocurrencia de una conducta como resultado de una cadena histórico de condicionamientos operantes, que se han dado entre un sujeto y un medio ambiente específico.
Referencias
Salvático, L (2006). Depurando el mecanicismo moderno. Córdoba. Encuentro Grupo Editor.
Slife, B., Yanchar, S. Y Williams, B. (1999). Conceptions of determinism in radical behaviorism: A taxonomy. Behavior and Philosophy, 27, 75-96.
Smith, T. (1983). Skinner environmentalism: the analogy with natural selection. Behaviorism, 11, 133-154.
Ryle, G. (1967). El concepto de lo mental. Buenos Aires: Paidós.
Mendoza, J. (2009). Pragmatismo sin ontología en la ciencia de la conducta: los puntos de vista de Christian U. México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C.
 Zuleyma, S. (2002). Analogías del comportamiento. Caracas: UCAB.





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