PAREDES OLOR A SÍLEX

 Es la fiesta de la piel 
     la caricia mientras dura 
     y cuando se aleja deja 
     sin amparo a la lujuria

(Mario Benedetti)

Sola entre libros viejos,
entre paredes blancas olor a sílex, 
entre la agonía y la felicidad de mi existencia, 
donde la muerte ha y debe encontrarme
donde las lágrimas fluyen a pasos agigantados,
donde el dolor del alma es más fuerte
que todo el universo junto, quizás, sea el
Universo indescriptiblemente infinito para
explicar el dolor nefasto que siento


No hace falta unas palabras de
consolación, ni mil abrazos de un ser querido,
porque aunque no lo desees el dolor
continúa allí.


No sé cómo explicar en palabras,
pero por ahora, el escribir me queda como
único consuelo
el suicidio, revolotea en mí
mente, aún así soy lo suficientemente cobarde
para terminar con mi vida por mis
propias manos


por ahora sólo queda el
silencio interno del dolor.


Dolor que destruye mi alma, como el fuego
ha destruido mi corazón.

Euterpe

(19-12-2010)