Anoche
pensé en la muerte. Así consistentemente. Se me interpuso entre los poros de mi
pensamiento, casi insustituiblemente. Era muy tarde y estaba extasiada. Por eso
no fue una noche de insomnio como muchas otras. Recuerdo que tuve pesadillas,
con unas ganas inmensas de salir corriendo de mi habitación, de desalojar lo inhabitable.
Qué difícil es callar, ser serena, ser dueña de mí misma. De allí proviene mi
imposibilidad de encariñarme con el otro, con la carne, con el hueso, con el
sujeto. Es imposible liberarme de esa prisión tan querida. La gente no me
interesa. La muerte sí. Nada puede ya sostenerme. Ni los mejores versos hechos
vida. La única que me cautiva es Pizarnik y Caicedo. Llego a pensar que soy la
reencarnación de Pizarnik. La filosofía y la religión me insensibilizan. ¡Dios!
Qué vacío.
Carlotta de Borbonet©
Juli P. Lizcano Roa
INDICIOS 2019-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leerme :)