El
abandono es soledad. Y no dura un instante, dura toda la vida. Ese sentimiento
de invalidez, donde los insectos mueren en el ocaso del invierno. Los hombres y
las mujeres intentan permanecer en su lugar, como si todo fuera impermanente.
En
general, el momento de ser abandonado puede compararse al despertar de una
pesadilla repleto de desagradables sueños oníricos, muy temidos por quien los
vive, que aparecen como unos enemigos que carecen valor para la naturaleza.
Carlotta de Borbonet©
Juli P. Lizcano Roa
INDICIOS 2019-20
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