sábado, 15 de octubre de 2022

MUJER Y ARMARIOS (2022) - 1

 




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¿Cabría pensar que algún día la literatura va a desaparecer? Quiero pensar que no, y tampoco quiero ser una pesimista. Pues la literatura de alguna forma calma nuestras angustias, nuestros miedos, nuestros dolores más profundos. ¿Será necesario que sigamos escribiendo poesía, novelas, cuentos, historias en las que parece ser que todo se encuentra dicho desde hace mucho tiempo, donde pareciere ser que internet ya lo tiene todo escrito y sentenciado? Como si ya la creatividad de la humanidad se hubiese acabado, así como las historias y las reflexiones.

Estar rodeada de la televisión y la internet me han hecho pensar muchas veces que todo ya está escrito, culpo entonces a esos agoreros tradicionales de los “nuevos” modos de entretenimiento, que parecieren que están acabando con la literatura.

La literatura no puede ser una forma de entretenimiento nada más, debe ir más allá, hacer reflexionar a la sociedad mecanizada y envuelta por la tecnología corrupta y enceguecedora. Como pensamos muchos escritores, la literatura es también una forma de pensamiento, sobre todo porque implica crear, ir más allá, visualizar, ya sea en formas de narraciones, historias, versos, diálogos o monólogos y la cual viene formándose desde hace siglos de los siglos.

A veces conocemos las cosas es gracias a la literatura, que nos ha abierto los ojos para mostrarnos sea lo que sea que desee que veamos, además nos permite tomar conciencia de ello y reconocerlo. Hay cosas que simplemente no están en el lenguaje científico, ni religioso, ni filosófico, ni en ningún otro tipo de lenguaje. Existe una gran sombra en la que sólo el arte puede estar, donde hay una inmensa complejidad de pensamientos, que no nos permite olvidarla (la música, la pintura, la escritura…) nos ayudan a entendernos un poco mejor a nosotros mismos y también al mundo que nos rodea.

Por ello por más que queramos renunciar a nuestros instintos creativos, es imposible prescindir de ellos y convertirnos de nuevo en primitivos. Por eso y todo, necesitamos de la literatura, porque de cada época nace uno o varios pensamientos, géneros literarios, formas de narrar aplicados a la existencia, porque precisamos de la indagación y de nuestra propia oscuridad para dar luz a la vida. 

sábado, 8 de octubre de 2022

EVA NAVARRO CAPITULO 5

 



5

Lección 23 (escribo en mi diario)

Manual de despedida

Eva después de lo de ayer me quedo claro que no necesito olvidarte, ni asumir la tarea titánica de creer que no existes. No hace falta fingir que tus defectos, que antes no importaron, hoy son fúsiles. No necesito olvidarte, ni fingir que puedo dejar de amarte; presumir victoria, valor, desafección. No voy a olvidar este poco recorrido que tuvimos, me ha quedado claro que no puedo, ni sé y que tu imagen está al alcance de todo recuerdo que invoque.

Aprenderé a vivir sin ti Eva, Y como dice Quetzal, lo llevaré a la práctica como un ritual. Dejando la competencia insana entre tu amor y los nuevos que vendrán.

Con cariño, Andrés 

EVA NAVARRO CAPITULO 4

 



4

La vida es muy corta y debemos aprender a expresar lo que sentimos. Por eso está noche cuando me vea con Eva en Chapinero le diré que la amo, que no puedo vivir sin ella, que mi mundo se derrumba cuando ella no está. Quisiera decirle: Que no deje en las manos del destino su propia felicidad, que no se reproche sus errores si ha aprendido una buena lección de ellos, que debe perdonar su pasado porque sé que ella se merece otra oportunidad y quiero que se comprometa a ser ella, a ser libre y a no quedarse donde no cabe y a donde no se le pule mejor su camino. También que sé que hay días difíciles, que hay días en los que ha luchado demasiado y que no tiene sentido continuar. Que esos días le saben a desánimo de los lunes, al sin sabor de los martes. Que tengo muy claro que hay días en que la tristeza es tan profunda que todo le duele. Y que ese dolor parece un pasajero que no se quiere bajar del bus de las emociones. Si ella tan solo supiera que yo a veces también me siento así y que le apuesto todo lo que quiera a que no somos los únicos. Pero hoy 6 de agosto no tiene que ser así. Beberemos café, le narrare un poema y le leeré un libro pendiente que nos hará sacar un par de sonrisas. Ella es fuerte, es valiente y este no será el final, porque al final todo estará mejor que ahora.

Horas más tardes…escribí esto después de haberme visto con Eva: (1:05 am, 7 de agosto)

 

Llegué de noche mientras Eva

se vestía de rojo carmín, allí estaba

su silueta reposando sobre cimientos 

a imagen y semejanza de las flores 

amarillas que se posaban justo detrás 

de su jardín. Sus labios carnosos, 

cubiertos de labial rojo, producían un 

olor a frutas con fresa, y me dieron 

ganas de besarle hasta la respiración. 

Pero ella era Eva, una chica hermosa, 

elegante, que no se iba a fijar en un tipo 

como yo, que lo único que sabe hacer 

es abrirle y cerrarle las puertas de su 

coche cada vez que desea salir a dar 

una vuelta, para luego terminar entre- 

piernada con hombres que solo desean 

"esa" parte de ella, y que todos sabemos 

con exactitud qué es. Y por eso al final

de la noche, termino odiando a Eva 

un poco más. Luego, yo termino en mí 

habitación tomándome un trago amargo 

de solo pensar que ella no está conmigo; 

si supiera que escribo poesía, le escribiría 

uno cada día para recordarle el color azul 

que tienen sus ojos, y lo linda que camina 

cuando se pone esos altos tacones negros 

que le lucen con su collar de perlas blancas. 

Cómo desearía acariciarle su rostro y decirle 

que su mirada tiene un toque de tristeza de 

infancia, que su vacío se pronuncia justo en 

el tono de su voz y que odia la vida porque 

creo entender cuando ella desea llorar y 

se toca el pecho como si tuviera un grito 

ajustado debajo de la garganta. Y lo único 

que puedo hacer yo para consolarla, es 

intentar cada vez que ella me necesite 

abrirle y cerrarle la puerta con toda 

la elegancia y el cariño que ella 

se merece. Pues todos sabemos 

que la poesía no es suficiente 

para salir de la miseria.


EVA NAVARRO CAPITULO 3

 



3

Eva es una mujer encantadora, aunque terca y lo que se le mete a la cabeza no hay poder humano quien se lo saque. Trabajadora, toda una luchadora. Me conto que en la adolescencia sufría de alucinaciones, hasta los 33 años, casi 15 años de infierno profundo. Yo no me imagino una vida así, hubiese deseado conocerla en esa época, me dice que se refugiaba mucho en los libros: Andresito Caicedo, Bukowski, R.C. Madiedo, Poe, Schopenhauer, Kierkegaard. Tal vez yo (si hubiese estado allí con ella), la hubiese abrazado en sus momentos de crisis. Si. La abrazaría y no la dejaría ir. Le diría: “Aquí estoy amor, junto a ti, no me apartare. Sólo estamos tu y yo. No te dejaré nunca. No te sientas aturdida, aquí estoy yo para superarlo”.

 

Pero no. Ella vivió todo eso sola, y me da rabia pensarlo. Dónde estaba yo, qué cosas se me cruzaban por la cabeza, por qué no la busque antes. Pero no es momento de echarme la culpa, debo prepararme para el encuentro con Eva esta noche en Chapinero, me haré a la mejor pinta, le llevaré girasoles (sus flores favoritas) y un buen champán. Celebraremos que estamos juntos, que ella decidió darle una segunda oportunidad a su vida, cuando sé que muchas veces deseaba morir.

Eva cuenta que fueron años difíciles para ella…y casi no le gusta hablar de ello, y yo la entiendo, no debe ser fácil pasar por algo así. Yo quiero que ella se sienta segura en mis brazos, darle todo lo que ella nunca recibió.

Me encanta Eva, es de esas mujeres que dicen que quieren salvar el mundo, habla de libros, de psicología, de filosofía, de las estrellas y las galaxias, de todo aquello que parece real y de lo que no es tan real, habla del amor, de la iluminación, de la música y de cómo se hizo verso entre poesías, habla de cómo la literatura puede cambiar el mundo e insiste que existen mujeres como ella que se enamoran de la esencia y no de las cosas materiales, me gusta Eva la ansiedad le come el subsuelo del alma, está un poco rota…lastimada, de vez en cuando llora por cosas que solo ella entiende y le duelen, llora por las injusticias humanas o simplemente porque el clima la puso un poco sensible, para mí Eva es una chica hermosa, pero ella sabe que la belleza es una fantasía, que ella es más real que eso y a su vez, muchos solo observan lo vago de su espíritu, o lo que hay por fuera y pocos se interesan por sus sentimientos, pero a mí sí me interesa toda ella, por eso me quiero quedar a su lado por siempre.

A Eva le duele el mundo con demasiada frecuencia, no toda la gente la entiende, quisiera que ella dejara de pensar tanto y viviera más, tal vez lograría ser más feliz. A veces la gente piensa que Eva está loca porque piensa en cosas demasiado profundas. Su inteligencia está más despierta y a su vez esto la hace ser más sensible.

Eva es hermosa pero no lo sabe, se mira al espejo y le cuesta creerse porque con frecuencia se compara con las demás personas. La belleza de Eva es como un gladiolo, un tulipán o una margarita. A ella le gusta el rock, el pop y obviamente la poesía. A mí lo que me gusta de ella no es su cola, o la redondez de sus senos casi perfectos, lo que me mata de ella es la distancia entre cada hueso de su cadera. Pero ¿Cómo le hago saber a ella, que es hermosa? La composición química de la luna habita su corazón. Si formulo una ecuación física o matemática con los factores de la existencia el resultado tal vez le haría entender que prácticamente ella es un milagro. Si se lo hiciera saber con palabras sabría que ella es tanto ninfa como pincel, tanto campo como volcán, tanto atardecer como lluvia. Pero para que vea eso Eva debe invertir su mirada hacia su corazón porque es allí donde se origina la luz y la verdad.

Me pregunto, ¿Qué se sentirá ser Eva y saber que me gusta tanto?


EVA NAVARRO CAPITULO 2

 



2

Eva tiene una mirada fuerte, que inclusive ninguna flecha podría atravesar. Pero la amo, la amo con toda mi alma y cuando me arrebata su mirada siento cómo mi alma se despedaza en mil pedazos y cómo no pensarlo, ha sido otro día de engaños tanto a los demás como a nosotros mismos. Y es que cuando me aparta con su mirada y al recorrer mis paisajes interiores advierto en ellos el dolor y el miedo, definitivamente esto tiene que acabar.

Y es que no solo nos enamoramos para mirarnos el uno hacia el otro, pues ella venía dolida de otro cuerpo, de otra carne…ella creía que sabía cómo domarlo, pero se equivocó. Ella creía que él iba dar el primer paso para que así fuera más bonita la historia de amor que jamás jamás tuvo un lugar.  

La vida se empeñaba a separarnos, pero yo no lo iba a permitir, Eva era todo lo que yo tenía y su sonrisa era la ventana que impedía derrotarme, porque la tristeza carcomía mi alma cada vez que ella no estaba conmigo. Marwan decía que casi siempre es tarde cuando comprendes que era a ti a quien deberías quererte. Y sin embargo siempre que lo haces ese amor, ósea Eva llega justo a tiempo.

Recuerdo cuando conocí a Eva, los nervios, el saludo torpe, sonrisas entrecortadas, mis mañas que ella observaba con curiosidad, los incomodos silencios que algún mesero salvaba con agudeza, el físico de ella que no me permitían disimular mí mirada un poco intrusiva, la conversación rígida que se iba aflojando a medida que pasaba el tiempo, aquellos temas comunes que nos hacían sonrojar, su sonrisa calma, ella cada vez más fina, él cada vez más torpe, la noche que termina en madrugada, el vino fino que no ayuda, la madrugada cada vez más corta, el sexo con pasión, las preguntas sin respuestas, y las respuestas llenas de dudas.

Quería decirle que me moría por ella, que su olor a amapolas y yerbabuena me recordaban mi infancia en la finca de mi abuela, que su boca con forma de corazón me hacía latir el mío a diez por mil, que su pelo ondulado hacía curvar mi alma a aquella esquina del mundo donde a veces me hallaba solo, pero con grandes esperanzas; que sus ojos me hacían ver la profundidad del mar cuya luminosidad me hacían inspirar sal marina, de esas que se come en los platos más finos.

 

Quería decirle tantas cosas, pero el sexo nos había dejado extasiados. Veía la curva de sus senos y como estos subían y bajaban tras cada respiración que Eva daba. Su sudor en donde se emanaba un perfume a rosas carmín me excitaban aún más, quería volver a penetrarla, quería narrarle un cuento…cantarle una canción de Cepeda y no dejarla nunca más, quería que ella se volviera a sentir segura, que se enamorara, que se diera una segunda, una tercera, una cuarta oportunidad, pero a mi lado. No soportaba la idea de verla con alguien más, con otro hombre que le sintiera rozar su piel, sus labios carnudos sabor a caramelo, simplemente de pensarlo se me hinchaba el corazón de la rabia, yo la quería conmigo y nadie más.

 

Yo soy de esos hombres cuyo perfil encaja en las mujeres como Eva. Poetas, escritoras, amantes de la literatura y la filosofía; que viven enamoradas de hombres como Kant, Nietzsche, Sartre, Ciorán, Gibrán. Yo intento entenderla, y me pregunto: ¿por qué ama a esos tipos tan mal vistos? de pocas entendederas; pero yo la amo así, no importa que algún día decida dejarme por alguno de ellos, yo igual la seguiré amando, porque entonces qué haré con mi vida ¿sacrificarme? ¿seguir adelante? Lo dudo. Yo no puedo vivir sin Eva, desde que la conocí, me tiene con el alma llenita de intrigas, de canciones de amor de esas todas cursis, de poemas de Pablo Neruda y Mario Benedetti, me tiene alcoholizado hasta el punto que me embriago de amor por ella. Mi guayabo de los sábados por la mañana, es por ella.

Cuando ella no me contesta el celular, yo me vuelvo loquito, se me quiebran las uñas, empiezo a sudar frio, y temo a que ya no me ame, que me deje de querer así de repente, que simplemente sea un juego para ella. Pero no. Yo me armo de valentía y le vuelvo a marcar, entonces me pregunto ¿qué estará haciendo? ¿escribiendo? ¿tocando ese hermoso piano que ella tiene en el rincón de su habitación? Y ahí es, ella contesta con esa voz de muñeca que solo las poetas tienen y que son indescifrables, y entonces siento como mi alma vuelve al cuerpo. Hola hermosa, ¿cómo estás?, llamaba porque me sentía desahuciado, como si me hiciese falta una parte de mi cuerpo, como si me estuviese hundiendo en un abismo largo y profundo. Ella contesta con una risa tímida.

-   Hola bebé- dice. Estoy tendida en la cama, me pesa el cuerpo. Sartre me tiene agotada.

-   ¿Sartre? Ah si ese tipo francés que te tiene enloquecida hace más de un año, el que no te permite dormir ni comer. Ojalá fuese yo Sartre para desvelarte toda la noche.

-   Deja de decir bobadas Andrés, es para mi trabajo…tú lo sabes.

-   Si lo sé, pero quisiera que fuera diferente.

-   Diferente ¿cómo?

-   Que pensaras más en mí, que en él.

-   Yo pienso en ti y lo sabes. ¿A qué se debe tu llamada?

-   Quiero verte, necesito que hablemos y de paso robarte un beso…donde tú quieras que te lo de.

-   OK. Te espero en la 63 con 7ma. A las 7. No tardes.


EVA NAVARRO CAPITULO 1

 




1

Cuando me encontré a Eva esta mañana en la estación del tren, me di cuenta que tenía un grito ahogado que se le pronunciaba justo en la mitad de su garganta. Sus ojos apagados y rojizos de tanto llorar, desnudaban el dolor de su interior, era como si llevara las noches de insomnio sobre su espalda.

Pero éramos adolescentes, creíamos que teníamos el mundo a nuestros pies y que seríamos siempre jóvenes como aquella canción de Oasis “Stay Young”, que nuestras hormonas nos mantendrían bellos y frescos, y que debíamos retar a la vida, antes de que esta nos consumiera en su patológico aburrimiento que había hecho colgar del cuello a uno de nuestros amigos. Yo no sé cómo la existencia puede cambiar tanto... Pero se quiebran los recuerdos, y el sol alumbra el desierto desolado de su alma mientras huyen las nubes tras los vientos que deshacen las montañas; solo queda decir adiós a las águilas que mueren bajo la lluvia ácida del dolor y el desespero. ¿Quién les dará refugio cuando sus alas se empiecen a quebrar ante su eminente inexistencia? que Dios se apiade de sus almas cuando el regreso improvisto del infierno cubra la tierra con un manta de desasosiego; no habrá entonces salida, y su única opción será la inmolación para los valientes y el asesinato para los cobardes.

Llevo un largo periodo inventando sirenas, recorriendo laberintos sin salidas. Y es que cuando se trata del pasado, los suspiros hablan por sí solos y las sombras oscuras empiezan a escurrirse por las paredes y por los edificios, ahogando el mundo con colores psicodélicos que solo puedes reconocer en los sueños que no dejan de ser vacíos y en donde se es difícil abrazar al tiempo para detenerlo por un instante, con la esperanza de no envejecer frente a él. Parece ser, que para los condenados a muerte no queda otra cosa que sobrevivir al olvido de aquellos que jamás sabrán, el sabor que tiene el silencio. 

Contemplo a Eva mientras lee acostada sobre el sofá de nuestra sala, el sol que entra por la ventana la hace ver simplemente hermosa y me pregunto qué pensamientos se le estarán cruzando por su cabeza en este momento, los dos tenemos marcas por toda nuestra piel, veo sus piernas y sus brazos llenos de cicatrices, se las toco suavemente, quisiera sanar esas heridas, darle un beso y decirle que la quiero, que entiendo su dolor porque el mío aún sigue vigente, que intentemos llegar a viejos, que intentemos bajo cualquier pronóstico seguir caminando erguidos para contemplar el cielo, que nos vayamos y recorramos el mundo cogidos de las manos, que ahuyentemos los fantasmas que pueblan nuestros cuartos y nos miran desde el techo cada vez que nos acostamos a lado de nuestras camas, y decirle en el oído con vos suave, que ya la Luna presagia mejores tiempos.

Tal vez nos hemos herido sin querer, tal vez vos ya no me queres como antes, tal vez la eternidad acorto el tiempo, tal vez nuestras bocas se extraviaron en el camino y nuestros corazones se han perdido en el desierto, tal vez el invierno tronco nuestras ramas y el amor ha caído bajo un puente, tal vez el miedo ya reposa en el interior de nuestras almas o tal vez nuestro cariño se ha quedado en ese pasillo del sanatorio silencioso en que incurrimos cuando sin saber nos habíamos perdido en el túnel de la muerte y el desasosiego. Tal vez el silencio ahorco nuestras palabras y ahora yo me encuentro aquí, buscándote a tientas mientras el frío ahoga la esperanza de encontrarte de nuevo.

Por ello te invito a caminar a mi lado. Puede ser que se nuble el día como puede ser que...salga el sol.