miércoles, 26 de agosto de 2015

FRAGMENTO # 148 (POLO A TIERRA)



Se suma a lo anterior que los cambios naturales con relación a las leyes empíricas, deben estar basados en el principio de la finalidad, ya que los objetos que se convierten en representaciones se acomodan al entendimiento humano, cuya finalidad es encontrar lo universal sobre lo particular, y así progresar en el uso del entendimiento y adquirir conocimiento. Conocimiento que de aludirse al fin de todos los tiempos ha de tropezar en lo moral como perteneciente a los seres suprasensibles, cuya idea de fin se hace tangible gracias a sistemas unitarios que concede a los hombres la “eterna bienaventuranza”, bajo el dominio de principios buenos o malos (moral); estados morales que conforman el fin final de la existencia desde inusitados acontecimientos externos e internos, de donde se desprenden el fin natural, el fin místico y el fin contranatural. Para finalizar, encontramos un fin final para todas las cosas, pues la eternidad es una utopía, donde no hay fin alguno y la pregunta que surge es ¿cómo prepararnos a los eventos tumultuosos que vienen? 

FRAGMENTO # 147 (POLO A TIERRA)




Por ello hay que someter a juicio esa filosofía que se opone a lo arbitrario como un modo subjetivo de tratar la historia y la razón desde un fin objetivo e imparcial, donde se conceda a la historia acontecimientos y acciones que guarden relación con ese fin objetivo, los cuales como expresiones intuitivas aumentan en el historiador rasgos subjetivos e imparciales representados en un para sí, en donde proceda la verdad y la búsqueda del bien. Los acontecimientos de la inteligencia divina han de ser inmutables, regidos en una cadena indisoluble que se aproxime a la estabilidad de los juicios íntegros de lo que es bueno y de lo que es malo, “ya que los que unos juzgan dignos de recompensa, otros los consideran merecedores de castigo”; el juicio entonces, es la facultad de pensar desde lo particular sobre lo universal, si el juicio es tomado desde lo universal es determinante, pero si el juicio se rige desde lo particular el juicio es reflexionante, sin embargo ¿qué significa esto?, el juicio en definitiva modifica los conceptos generales y trascendentales de la naturaleza desde un entendimiento a priori los cuales rigen la naturaleza desde su finalidad bajo predicados ontológicos que al final se convierten en principios metafísicos. 

martes, 25 de agosto de 2015

EL MATRIMONIO Y LA CONCUPISCENCIA EN SAN AGUSTIN

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor. San Agustín
El matrimonio es definido por la Real Academia Española como: “Unión de hombre y mujer, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses”, a lo anterior se suma que el matrimonio es obra de Dios, y todos aquellos que no nacen de tal unión contraen el pecado original y estarán bajo el dominio de diablo sino renacen de Cristo, de aquí la importancia de hablar sobre las bondades que trae el matrimonio de la concupiscencia carnal:  

Es importante comprender que no es posible estudiar el desarrollo del pensamiento cristiano acerca del matrimonio sin referencia a San Agustín pues el matrimonio para San Agustín es un don de Dios, especialmente cuando está regido por actitudes que llevan a la castidad conyugal, además él ve el matrimonio como caracterizado esencialmente por tres elementos o propiedades principales cada uno de los cuales muestran la bondad y la grandeza de la relación matrimonial, tan convencido está de que cada una de estas características apunta a la bondad del matrimonio, que se refiere a cada una no meramente como una propiedad o una característica, sino como algo bueno, como un valor singularmente positivo, de aquí surgen: la prole, la fidelidad, y el sacramento; si obtienen esto, obtendrán del matrimonio la recompensa de la plena felicidad, sea en un matrimonio monógamo o en un matrimonio polígamo; y si no es la felicidad es obscenidad para los que pecan, ardor de los amores lascivos, y falta de pudor en el matrimonio, citando a San Agustín:

El marido dé a su mujer lo debido, e igualmente la mujer al marido. La mujer no tiene potestad sobre su cuerpo, sino el marido; igualmente, el marido no tiene potestad sobre su cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por consenso y de forma temporal, para daros a la oración; en seguida volved a uniros, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia.  (p. 8)

Por otro lado está la concupiscencia sexual la cual es un desorden moral y por tanto siempre un mal. El deseo sexual (así como el placer sexual) no es un mal sino un bien, siempre que se dirija al amor conyugal, se le subordine, y así se convierta en parte propia de ese amor. El deseo sexual es parte del amor conyugal; la concupiscencia, aunque también presente en el matrimonio, no lo es. Se suma a lo anterior que el matrimonio debe estar basado en la voluntad de la pasión y no en la voluntad de la procreación, sin embargo engendrar es propio de la naturaleza del matrimonio, pero cuando es hecho por infieles, lo convierten en mal y pecado, ya que los infieles no poseen la verdadera pureza, como lo fueron siglos atrás Adán y Eva; ya que desde que el hombre transgredió las leyes de Dios ha de dominar la vergonzosa concupiscencia de la carne. En este orden de ideas, para evitar la fornicación cada hombre debe tener a su mujer, y cada mujer a su marido para que así no caigan en la enfermedad de la incontinencia que podría ser contrarrestada por la honestidad y la fidelidad, como un bien natural. Pues la concupiscencia carnal no se atribuye al matrimonio, sino a pecados anteriormente adquiridos, lo ideal es hacer la redención del cuerpo como objeto de esperanza, que renace del agua y del espíritu. 

Finalmente, aunque el matrimonio sea un bien y una obra de Dios, existen excesos conyugales que conllevan a los esposos a un pecado venial, y que los hace alejar de la prole, esclavizando sus actos con toda desvergüenza e indecencia en un acto transitorio que no permanece sino hasta ser perdonada, allí se conservará la esperanza de la redención, la concupiscencia desaparecerá, la carne será sanada de la peste y la enfermedad y se revestirá de inmortalidad y permanecerá siempre en la eterna beatitud, como  lo va a resaltar San Agustín: “no está al alcance de su mano hacer el bien, sino realizarlo en plenitud”. En este orden de ideas feliz aquellos a quienes les han perdonado y liberado de los pecados, feliz aquellos a quien el señor a imputado pecados. 

lunes, 24 de agosto de 2015

FRAGMENTO # 145 (POLO A TIERRA)



Los filósofos, esos que de tanto se burlan, son seres notables, sus doctrinas han avanzado y seguirán avanzando, porque es una práctica y tiene vida. Sin embargo, solo una minoría ha sido capaz de estudiar y rumiar este tipo de materias y muchos no han llegado a comprenderla.  Una filosofía indiferente ante las riquezas, hacia las comodidades actuales y posmodernas de la existencia, el desprecio por el sufrimiento humano, el suicidio y la muerte, una filosofía que desprecia este tipo de situaciones no es filosofía, y que al estilo Chejov nos hacen dar cuenta de que esta es la vida entera, propia de ningún desprecio. Por ello la filosofía tiene futuro, porque lo que progresa en el mundo, es la lucha por la sensibilidad ante el dolor y la lucha por la propia existencia. Es innegable comprender, entonces, la vida como algo perdurable, que evoluciona según la sociedad humana representada, y que inscrita en la experiencia se esfuerza por una existencia con un clima otoñal y estival. Todo lo que necesitamos estriba en los hechos, no como verdades absolutas, sino como virtudes que motivan a los hombres como un todo, que a través del arte profundizan en el conocimiento, tenemos como punto de vista la felicidad representada desde una condición humana que viene de la antigüedad.
En este orden de ideas, revolver la memoria hace parte de una necesidad interior e inmutable, que consiste en reconocer la esencia de la existencia, como sustancia. No optando por el escepticismo, sino planteando de alguna manera cómo evolucionar, de tal modo que habrá de asentarse en el porvenir de una humanidad que en la posmodernidad intente sopesar en el desarrollo de sus particulares sobre los generales. Esta nueva cultura construida en la base de países primer mundistas desechan la denigración del ser humano que llevaría como dice Nietzsche a "una actitud lógica del mundo y de las cosas", suspendiendo entonces el juicio propio de la existencia.  Este ejercicio, se haya menoscabado por pensar en el mundo de hoy como una esfera incambiable, que vive en el engaño de las grandes potencias dejando de lado la emancipación, esa que es tan necesaria para la madurez de países tercer mundistas, atados a la voluntad y al dominio antagónico del pensamiento que es incapaz de liberar el espíritu de sí mismo, y que regresa a la vida, a medias. Por ello, esa ciencia de vivir, se ve condicionada al desarrollo mezquino y rudimentario de una vida sin futuro, que rige nuestro presente. La filosofía entonces, se presenta como esa disciplina que evoluciona, que nos regala un poco de virtud y modestia en esos campos tan objetivos de mayor profundidad y significación posible, pues es importante que el conocimiento por la existencia humana cobre el máximo relieve posible, sin importar las circunstancias que agobien la era actual que estamos viviendo.
Por ello hay que someter a juicio esa filosofía que se opone a lo arbitrario como un modo subjetivo de tratar la historia y la razón desde un fin objetivo e imparcial, donde se conceda a la historia acontecimientos y acciones que guarden relación con ese fin objetivo, los cuales como expresiones intuitivas aumentan en el historiador rasgos subjetivos e imparciales representados en un para sí, en donde proceda la verdad y la búsqueda del bien. Los acontecimientos de la inteligencia divina han de ser inmutables, regidos en una cadena indisoluble que se aproxime a la estabilidad de los juicios íntegros de lo que es bueno y de lo que es malo, “ya que los que unos juzgan dignos de recompensa, otros los consideran merecedores de castigo”; el juicio entonces, es la facultad de pensar desde lo particular sobre lo universal, si el juicio es tomado desde lo universal es determinante, pero si el juicio se rige desde lo particular el juicio es reflexionante, sin embargo ¿qué significa esto?, el juicio en definitiva modifica los conceptos generales y trascendentales de la naturaleza desde un entendimiento a priori los cuales rigen la naturaleza desde su finalidad bajo predicados ontológicos que al final se convierten en principios metafísicos.

Se suma a lo anterior que los cambios naturales con relación a las leyes empíricas, deben estar basados en el principio de la finalidad, ya que los objetos que se convierten en representaciones se acomodan al entendimiento humano, cuya finalidad es encontrar lo universal sobre lo particular, y así progresar en el uso del entendimiento y adquirir conocimiento. Conocimiento que de aludirse al fin de todos los tiempos ha de tropezar en lo moral como perteneciente a los seres suprasensibles, cuya idea de fin se hace tangible gracias a sistemas unitarios que concede a los hombres la “eterna bienaventuranza”, bajo el dominio de principios buenos o malos (moral); estados morales que conforman el fin final de la existencia desde inusitados acontecimientos externos e internos, de donde se desprenden en fin natural, el fin místico y el fin contranatural. Para finalizar, encontramos un fin final para todas las cosas, pues la eternidad es una utopía, donde no hay fin alguno y la pregunta que surge es ¿cómo prepararnos a los eventos tumultuosos que vienen? 

jueves, 20 de agosto de 2015

FRAGMENTO # 144 (POLO A TIERRA)



“Entrar vuelto mierda para salir vuelto mierda”, es el lema de aquellos que hemos ido al psicólogo alguna vez en nuestra vida, nos descomponemos en palabras narrando historias, mientras nos damos cuenta de la cruel realidad, pues somos víctimas del olvido y de la extraña geografía de los recuerdos que difusos hunden nuestros miedos por las venas rotas donde naufragamos cada noche. A veces extendemos nuestras manos hacia ese “otro” que nos está escuchando esperando hallar algo de aliento, pero nos encontramos ante el vacío más extraño, más prófugo, más efímero. Las paredes se ensanchan y se comprimen al latido de tu corazón que se acelera y se desacelera al ritmo de tu silencio, que a su vez asalta tus miedos mientras caminas en círculos huyendo del abatimiento de cristal que se rompe poco a poco entre intervalos de desconcierto y desmán; te sientes como si estuvieses en un país extraño, pero sobre todo por tanta soledad tan hijueputa, porque por más que tratas no hay palabras para expresar lo que sientes, mueres por dentro y no hay nadie que te retuerza en un abrazo vigoroso, alguien que te sostenga en esos amaneceres rotos, desgajados…y allí estás, sentado frente a frente con una persona a la cual no conoces, invadido por ruidos incoherentes que te hacen estallar la cabeza y te das cuenta que estas en el final de tu camino, que ya no hay vuelta atrás, que quieres morir, que quieres irte a vivir debajo de un puente a ver si así aprendes a valorar la vida, que tienes veinti-pico años suspendidos en la nada de una taza de café caliente y te sientes viejo, viejo como una hoja de papel amarilla arrullada por el tiempo, viejo como una horda de máquinas de escribir, viejo como un reflejo inerte, herido y hambriento que se posa en el charco de las remembranzas y los parques como el parque nacional que de subida te lleva al mismísimo infierno.
Pero una hora de terapia es todo lo que necesitas para develar tu insomnio y tus impurezas y así otorgarle sentido a tu existencia, así sea por un pequeño instante de tiempo darte la oportunidad de fabricar una sonrisa para ti mismo, que resuene en lo más profundo de tu alma, para luego envolverlo en papel de regalo y entregárselo al mundo como señal de penitencia.

martes, 11 de agosto de 2015

FRAGMENTO # 143 (POLO A TIERRA)

La filosofía entonces,  se presenta hoy como esa disciplina que evoluciona, que nos regala un poco de virtud y modestia en esos campos tan objetivos de mayor profundidad y significación posible, pues es importante que el conocimiento por la existencia humana cobre el máximo relieve posible, sin importar las circunstancias que agobien la era actual que estamos viviendo. 
— Juli Lizcano 

FRAGMENTO # 142 (POLO A TIERRA)

Este ejercicio, se haya menoscabado por pensar en el mundo de hoy como una esfera incambiable, que vive en el engaño de las grandes potencias dejando de lado la emancipación, esa que es tan necesaria para la madurez de países tercer mundistas, atados a la voluntad y al dominio antagónico del pensamiento que es incapaz de liberar el espíritu de sí mismo, y que regresa a la vida, a medias. Por ello, esa ciencia de vivir, se ve condicionada al desarrollo mezquino y rudimentario de una vida sin futuro, que rige nuestro presente. 
— Juli Lizcano  

FRAGMENTO # 141 (POLO A TIERRA)

En este orden de ideas, revolver la memoria hace parte de una necesidad interior e inmutable, que consiste en reconocer la esencia de la existencia, como sustancia. No optando por el escepticismo, sino planteando de alguna manera cómo evolucionar, de tal modo que habrá de asentarse en el porvenir de una humanidad que en la posmodernidad intente sopesar en el desarrollo de sus particulares sobre los generales. Esta nueva cultura construida en la base de países primer mundistas desechan la denigración del ser humano que llevaría como dice Nietzche a "una actitud lógica del mundo y de las cosas", suspendiendo entonces el juicio propio de la existencia.  
— Juli Lizcano 
 

FRAGMENTO # 140 (POLO A TIERRA)

Es innegable comprender, entonces, la vida como algo perdurable, que evoluciona según la sociedad humana representada, y que inscrita en la experiencia se esfuerza por una existencia con un clima  otoñal y estival. Todo lo que necesitamos estriba en los hechos, no como verdades absolutas, sino como virtudes que motivan a los hombres como un todo, que a través del arte profundizan en el conocimiento, tenemos como punto de vista la felicidad representada desde una condición humana que viene de la antigüedad. 
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 139 (POLO A TIERRA)

Los filósofos, esos que de tanto se burlan, son seres notables, sus doctrinas han avanzado y seguirán avanzando, porque es una práctica y tiene vida. Sin embargo, solo una minoría ha sido capaz de estudiar y rumiar este tipo de materias y muchos no han llegado a comprenderla.  Una filosofía indiferente ante las riquezas, hacia las comodidades actuales y posmodernas de la existencia, el desprecio por el sufrimiento humano, el suicidio y la muerte, una filosofía que desprecia este tipo de situaciones no es filosofía, pues esta es la esencia de los hombres y mujeres llena de sensaciones que al estilo Chejov nos hacen dar cuenta que esta es la vida entera, propia de ningún desprecio. Por ello la filosofía tiene futuro, porque lo que progresa en el mundo, es la lucha por la sensibilidad ante el dolor y la lucha por la propia existencia.
— Juli Lizcano

sábado, 8 de agosto de 2015

FRAGMENTO # 138 (POLO A TIERRA)

Si me he de perder que sea en tu vientre, en tus labios carnosos, en el desierto de tus besos, en tu ternura y tu melancolía, en tus ojos verdosos, en tus molduras oxidadas, en tus hechos e historias. Si me he de perder que sea a la luz de tus días. 
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 137 (POLO A TIERRA)

No te quiero decir adiós, no te quiero ver sufrir por mí, no te quiero ver en soledad. Yo te quiero sin desalientos, vivo, y contemplativo...yo a vos te quiero dentro de mí.
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 136 (POLO A TIERRA)

Tendida en la oscuridad de la noche mientras las palabras duermen, un soneto se apaga en la filosofía de la nada. ¿Son acaso las letras una circunstancia momentánea entre el olvido y el sosiego? Algo se ha roto entre ellas, algo se ha extraviado en la memoria colectiva de aquellos que han olvidado la luz de los versos, al fin y al cabo estamos hechos de historias.
— Juli Lizcano

viernes, 7 de agosto de 2015

FRAGMENTO # 135 (POLO A TIERRA)

Y te he estado buscando toda la vida, y si aun no te encuentro es porque me dueles en el lado más oscuro de mi pecho, me dueles en los ojos del lenguaje que no calla, me dueles de sábado a domingo, me dueles a tal punto que ya no soporto ver tu foto en mi facebook. Ahora me alejo, me marcho para no regresar agitada e inquieta, pues me asfixia la sincronía de mis pensamientos. 
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 134 (POLO A TIERRA)


En tus labios escribí mi historia, y si he de perderte moriré inquieta a la poesía inevitable que se escurre entre un corazón sabio que muere entre tu pecho mezclado de rosas. 
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 133 (POLO A TIERRA)


A nada debo temer, pues del amor nada queda y de la vida todo se olvida. Lo esencial es no perder la vista porque alguna día por un momento tu respiración se ajustará al molde perfecto de la existencia como las hermosas piezas de un rompecabezas. 
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 132 (POLO A TIERRA)

La literatura es la madre de las letras que asisten maniatados y amordazados al infame destino que inteligible espera ser amado por los hombres que permanecen lúcidos a la palabra, como una bestia finísima a punto de explotar en párrafos tejidos por la belleza de su alma. 
— Juli Lizcano

FRAGMENTO # 131 (POLO A TIERRA)

Las palabras se esconden, se han vuelto tímidas y escurridizas. Debo pedir limosna de letras con el fin de que fermenten en versos los cuadernos rotos que aguardan ser escritos.  
Julie Lizcano 

sábado, 1 de agosto de 2015

La locura consiste en construir mundos en pedazos de estiércol, donde la felicidad espera a la luz de un destino

— Juli Lizcano