Dichosa la naturaleza
perenne, que
se deshoja bajo la luz del
sol de otoño,
que calma con ansias ese
salvaje frenesí,
que se entrecruza entre tu
pequeño corazón
y el mío. ¡Ática imagen!
Marmórea estirpe
entre tus besos rocosos,
ven a despedirte
entre mis penas, porque sé
que allí
permanecerás.
Juli P. Lizcano Roa