Las
gotas caen sobre su rostro rosado, su llanto marca el camino de los obstáculos y
los esfuerzos mal pagados; ella reza a los dioses que en el olimpo la esperan y
que como a un poeta lo alejan del tiempo que como llamas extrañan los versos
profundos donde una nota musical lucha por vivir. Pues ya verás, que por eso he
de escribirte, pues de vez en cuando miro al cielo y veo en esa nube que pasa, que
leerás mi carta en el malecón del desconcierto.
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Gracias por leerme :)