Ahora veo, existo, muero y disfruto aquí, en cada aliento. No hay gritos ni rencores en mi puerta, jorobas ni muletas; y mis ventanas están abiertas, dispuestas a los juegos de las hojas que las corrientes arrastran hasta mi hogar. Ya no me adelanto a mis pasos, ni doy importancia a mis huellas. Mi boca ríe, saborea las palabras, los frutos y la lluvia que desciende por mi frente con más intensidad. Y las nubes llameantes que pasan sobre mi casa regalan a mis ojos su belleza. Ahora soy presente latente en todo momento, y la importancia está en todo, porque todo es importante. La vida es viviendo, y estoy aquí, atenta a su danza, apoderándome de cada instante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leerme :)