No importa la mezcla
literaria y los estilos de estos tres autores que he decidido seleccionar hoy;
como se los he comentado antes, mi idea es incentivar la lectura a través de mi
vaga opinión y de lo que he leído sobre ellos. Aunque sé que en una sociedad
como la nuestra para algunos Colombianos la lectura ni siquiera hace parte de
la agenda de oficios que debemos realizar en nuestro vivir diario (y toda
disculpa que usted haga sobre por qué no lee, está mandada a recoger) ya que se
les llena la boca hablando de lo mal que es el sistema educativo de nuestro
país y la falta de oportunidades que en sí, no recae en su totalidad en los
políticos de esta miserable nación sino en cada uno de nosotros.
Para entrar en materia, recuerdo
que mi primer libro de Paulo Coelho lo leí cuando tenía 10 años,
me pareció fantástico leer Once minutos y de ahí para adelante
vinieron libros como El Alquimista, A orillas del río piedra me senté y lloré,
y Brida; libros que me atraparon hasta los huesos, cada uno
los leí en un día y algunos marcaron definitivamente mi vida, en especial El
Alquimista me regalo un poco de oxígeno para levantarme de la cama en esos días
en que la adolescencia te golpea por la espalda. Sin embargo, los textos de
Coelho parecen hoy tomar cierto valor discriminativo para aquellos lectores que
buscan una lectura mucho más profunda de los textos literarios, refieren sus
libros como textos de superación personal con una estructura formal básica;
pero desde mi punto de vista, me conformo en que más que ser o no textos de superación
personal son textos populares, accesibles para todas las personas
que quieren darse un respiro, y escuchar de alguien como Coelho
palabras reconfortantes que quizás no hallarían en otros textos
que están en la categoría de "Literatura de vanguardia" o
“Literatura para los estudiados” (si me permiten referirlo así), lo que importa
en verdad es que las personas se conecten por un instante con la lectura
dejando a un lado los prejuicios, al fin y al cabo escribir no es tan fácil
como parece.
Contrario a Paulo Coelho,
encontramos autores como Carlos Ruiz Zafón y Tomás González, dos autores que
viven en lados opuestos del mundo pero que su escritura traspasa mares y cielos
para que los amantes de la lectura gocemos de sus textos, de Zafón
recomiendo El juego del Ángel, aunque
sus otros textos como La sombra del viento, y Las luces de Septiembre no
se quedan atrás, libros que aunque sobrepasan las 400 páginas
devoraras en menos de una semana. Y qué decir de Tomás González el Colombiano
que erradicado en los Estados Unidos y que actualmente vive a las afueras de
Bogotá con frases como "La
vida se aferra a este mundo con algo parecido al desvarío" representa en sus novelas una
narrativa emotiva y potente que dejará a los lectores con ganas de
seguir leyéndolo, mi recomendado para este mes de noviembre de Tomás
González es La luz difícil, aunque usted podría
iniciar por cualquier texto de él que encuentre en las librerías del
país como: Primero estaba el
mar, Para antes del olvido, La
historia de Horacio, Temporal,
entre otros. Y si
le interesa la poesía podrían revisar su texto llamado, Manglares. Los libros anteriormente mencionados, de los tres
autores a los que decidí elegir al azar hoy, son textos con una gran
sensibilidad moral que los dejarán con ganas de leer más y más hasta perder la
vista.
Para terminar espero que
los textos sean de su agrado, que valoren el trabajo del escritor y que se
sientan transformados por estos, al fin y al cabo así es la
literatura, es eso que nos transporta a través del asombro a conocer el
mundo mientras sentados en el sofá de nuestra sala (o en el
trasmilenio) imaginamos lugares de ensueño que nos sacan de nuestro encierro
diario y de la rutina propia del mundo capitalista.
Carlotta de Borbonet ©
Julie Lizcano Roa
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Gracias por leerme :)