miércoles, 28 de abril de 2021

OLVIDO Nº 24

 




A veces se agotan las sonrisas, a veces también se me agotan las ganas de escribir. Pero quiero vivir, ojalá tú lo entendieras, ojalá todo el mundo lo entendiera. A veces mis manos no tienen calor y mi boca no sabe qué decir…pero quiero decirte que te quiero, cuando no me aguantas, cuando no encajo, cuando me odias. A veces no hay nada más idiota que la espera del tiempo y entonces, solo queda la expectativa de entregarnos hasta quedarnos vacíos de soledad.   


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

LIBRO DE OLVIDO (2021)

OLVIDO Nº 23

 



¡Ay de mis silencios! Dentro de mí hay una esfera que gira en torno a las soledades malditas que rompen espejos vibrantes de deseos taciturnos herederos de mi cadáver. Esta traspasa paredes de almas rotas. Debo calmarme, nunca he podido. Y es que es fácil callar, soy cautelosa, absurda, una convulsión. Y por eso escribo, para evitar alguna desgracia, escribir repara las heridas y las desgarraduras. Ahora me abrazo y lloro, tiembla mi alma, esta solo desea dormir y ser amada.   


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

LIBRO DE OLVIDO (2021)

OLVIDO Nº22

 



Voy a romper el hechizo de la tristeza, voy a despertar al silencio y vagare en la ausencia de mis deseos. Me abandonare a la mar de los pliegues y las brisas, como una fiesta en un libro para niños; aunque ya haya firmado un pacto con la muerte y con la desmesura, solo ruego llegar al fondo de dicha cuestión. Tengo miedo de no saber nombrar lo que no existe, pero supongo que en esta gran galería llamada vida espero explicar con palabras la transparencia con la que la muerte me mira a los ojos cada vez que mi mente se ausenta de sí.  Y es que recuerdo con todas mis vidas, el olvido de aquellos que me abandonaron como una flor cuando esta revelo su corazón, y voy a ocultarme en el lenguaje que calla, pues nada pretendo con este aforismo más que desanudar mi garganta, puede ser que se convierta en una trampa o simplemente en un escenario más. Pues así yo sola con mis voces recorreré el mundo, mientras tu estarás al otro lado confundido contigo; algún día encontraré refugio en la realidad verdadera, entretanto recostada sobre dos almohadas calcularé la cantidad de probabilidades que tendría para evitar los paradigmas que acechan este indolente mundo.  


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

LIBRO DE OLVIDO (2021)

OLVIDO Nº 21

 



Hoy estoy triste, pero no es una tristeza cualquiera. Es una tristeza que se carga en el alma, como una gran procesión de emociones mal trechas. Soy una gran llaga inocente que recorre el mundo tratando de comprenderlo sin entender que el mundo no está hecho para mí. Soy una carga llena de desconsuelos, de versos efímeros y de jaulas mudas. La rebelión de esta tristeza consiste en llevarme más allá de la muerte, de enfrentarla, de encararla…sin miedo hasta pulverizar mis ojos; y es que este horror de habitarme me sucede y me sucederá por siempre…ese no poder mirarme al espejo, las voces que no callan, este exilio. Pero el silencio no calla, y por eso escribo, estoy sola y escribo, hay alguien aquí que se está desboronando y no sabe cómo cargar el mundo, porque el mundo es una alcantarilla llena de criaturas feroces que habitan en la mente del que no desea envejecer, porque solo desea: morir. Morir joven. 


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

LIBRO DE OLVIDO (2021)

jueves, 15 de abril de 2021

OLVIDO Nº20

 



No tienes tú la culpa si la vida se deshojo entre tus manos, vendrá la primavera y de los troncos saldrán nuevas hojas. La vida es un alma desnuda entre versos de Storni y Pizarnik, que angustiada y sola camina entre bosques dispersos, dejando pétalos de rosas que se diluyen entre el viento inquieto de remolinos. La vida duerme dulcemente en una grieta y no conoce de valladares, pero precisa de buenas raíces bajo las miradas de los dioses que cantan, a esta mujer astuta su nombre; date a volar, duerme tranquila y ama por instinto. ¡Sueña un momento con la primavera!


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

LIBRO DE OLVIDO (2021)

sábado, 27 de marzo de 2021

OLVIDO Nº19

 




Quiero nacer de nuevo:

Quiero nacer de nuevo porque aquello que he exclamado al llegar a este mundo no se me ha cumplido en totalidad. Quiero ponerme un nombre de acuerdo a mi personalidad propia de la introversión y el desasosiego, a sembrarme un credo del que me sienta conforme, a nacer en un país con beneficios generosos para su pueblo, a reorientar mi vocación a la filosofía y a la literatura, a repetir mi educación con sobresalientes en disciplina y ciencias naturales, a buscar amistades que valgan la pena y que no me dejen al filo del cariño y la esperanza, a enmendar mis errores y repetir mejores amores.  

Quiero nacer de nuevo para olvidar los vanos sentimientos, y gritar ante las injusticias que se presentan en mi tierra, ahorrar las lágrimas innecesarias que he derramado por traumas y desamores no correspondidos, a dejar de golpear mi pecho por miedos y temores.

Quiero nacer de nuevo para escribir un diario sin sentido, para prenderme del arte y la poesía, para romper los cristales con mi grito y pintar los murales de colores. Quiero ser más humana, más prudente, para nunca cometer los mismos errores. Voy a llegar a ese día en el que anhele volver de nuevo a nacer, sin reproches, solo para tener un pretexto de volver a escribir.  



Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020/21)

jueves, 25 de marzo de 2021

OLVIDO Nº18

 



Trato de ser esa escritora cuidadosa, que desea contribuir al mundo con sus letras un pedacito de sí misma al rescate de la memoria de los que se hayan perdidos en el universo del sin sentido. Creo que hay que pelear contra el miedo, dignificar la vida, vivir de utopías, es decir caminar la vida. Trato de ser esa escritora en donde mucha gente pequeña en lugares pequeños trata de cambiar el mundo, aunque sepa que este duerme de pánico a la costa del asilo. 


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020/21)

viernes, 19 de marzo de 2021

OLVIDO Nº 17

 



Brindemos por las sombras del amor, por la existencia, por la noche que expía a terciopelo; brindemos por los que consuelan a otros sin haberlos llamado, por esta alegoría pausada que se disuelve en el Oeste de nuestro pecho, por el poniente que se deslíe en nuestras venas, por esas alas de almendras llamadas Rocío, por ese muchacho que reclina la voz en un pájaro color amarillo y negro, por ese eco que descansa en los caminos que enjuagan las estrellas, por ese amor antiguo que no cabe en el pañuelo y que se convierte en canto, por el mar que se acuerda de la tierra en iguales proporciones que las estrellas se acuerdan de la Luna, pues en este juego de la vida donde nos empeñamos por diferenciarnos hay una palabra sedienta de ser escuchada y un corazón vago que calla al firmamento.  


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020/21)

martes, 12 de enero de 2021

OLVIDO Nº13

 


Y como dijo Edgar Allan Poe: “Y siendo joven y sumergido en la locura me enamoré de la melancolía” … ¡Sí! Esa melancolía que nos separa, que nos divide, que nos discurre hacia la muerte. Esta gregoria tiene una noche dormida entre las piernas, esta noche se vuelve poniente al occidente del pecho, ese poniente siente pasar la existencia por sus venas, esa existencia cansada, agotada de la nada, ciego por la luminosidad mía. Ahora mi noche expía, sin consolación, su totalidad es sombría, y el sentido del tiempo se aclara … somos lejanía, pero los escucho, los escucho a todos, voces que aclaman ¿de quién es esta voz que me levanta? ¿de quién es está voz que me enajena? ¿de quién es esta voz que atrapa mi alma y la resguarda como una gran manta de paz y armonía? La melancolía se aparta y aunque el cielo no tuviese ni una estrella, ni la tierra habitara ser alguno, yo, con un destello fugaz de aquella maravillosa llamarada, me bastaría dicho fervor para darle un vuelco a mi vida. 


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020/21)

OLVIDO Nº12

 


Desde que estemos vivos, hemos de alentar las mañanas y enterrar en el olvido la tristeza y la desgana de la vida. Nuestro corazón de terciopelo ha de ser el arrullo de las rejas de los enamorados por una existencia más clara y viva…poblemos el vientre de amor y sementera, si es preciso matar para seguir viviendo, un día iré a tu vientre lejano y dormiré en la sabana de almidón que guardaste para servir a mi alma fiel, implacable e indomable. Una mujer y un hombre gastados por los besos.

Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020/21)

miércoles, 6 de enero de 2021

OLVIDO Nº11

 



Como el silencio, he de aferrarme al cristal de arena quién buscara en mí el extravío de no verme en el espejo, porque en días como hoy me da pena mirarme. Pena robusta de acercarme a mi imagen y reconocerme, yo caigo poco a poco en las tinieblas exteriores, y ahora soy una partícula de polvo que flota en el espacio. Me veo desde lejos y no me reconozco (esto lo escribo apenas) como una forma de alimentar mi alma casi muerta de desesperanza.

Asciendo perdida en el cantico de las aguas como una letanía que se renueva y que ocurre entre el sueño y el cielo viajero de mi manto que se dibuja y se multiplica entre panes y peces. El futuro es ausencia de mi imagen reflejada en el espejo, de este vacío que corroe mi Ser y que ahora mismo se empecina a embarcarme en el túnel del desasosiego; suspiro, cabalgo sin dejar huellas más allá de la luna y las estrellas donde espera Hades a la sepultura de mi cuerpo moribundo y agonizante.

¿Qué hice para que pusieran a mi vida tanta cárcel? Me pregunto una y otra vez. En el rincón de mi vientre brota y arde solitario, la pólvora de la soledad removiendo de la piel cada pedazo de desagrades, yo soy el muerto que alienta las mañanas, precipitando a que llegue agosto distando el otoño y anocheciendo los parpados de mis ojos.


Carlotta de Borbonet©

Juli P. Lizcano Roa

INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020/21)


martes, 5 de enero de 2021

OLVIDO Nº10

 


Yo soy sombra. Del rabillo de ojo, en la fugacidad del silencio se amamanta la alegría del destino, generosa de Ser un instante en el tiempo de un nosotros imperdible ante el deseo de la vida verdadera. Escribo ladridos a la Luna, allí donde el mar y el sol se anclan para verme sonreír; misterio tras misterio me rodean, así como el viento y la nube silenciosos suben al infinito dialogante de pájaros, donde la memoria en su ir y venir todo lo ve. No quiero soñar con la muerte, porque en ella no hay sueños que iluminen mis días

Carlotta de Borbonet©
Juli P. Lizcano Roa
INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020)

OLVIDO Nª9

 


¿Quién te ha exiliado del Universo? Ha sido un día triste, un día para los lobos, un día de oscuras madrigueras. Acaso ha sido la Luna la que ha salido a revertir tanto dolor, acaso han sido los halcones ave de presa y no de cetrería la que ha dado alcance y me ha tendido la mano y así darte a la espera de mi anhelado corazón. A través de la niebla se cubre los fantasmas del amor, agitados en su diálogo, viajando en el contrasentido de la felicidad, ¿Cómo he llegado hasta aquí, Dios?, veo muertos que alimentan mi alma sobre arenas corrosivas que no me dejan dormir…cómo llegue hasta aquí…cómo puedo salir.

Carlotta de Borbonet©
Juli P. Lizcano Roa
INVENCIÓN E INTERMITENCIA (2020)

lunes, 4 de enero de 2021

LA PIEDAD, DESDE JEAN J. ROUSSEAU Y JOSÉ SARAMAGO (Psi. Julie P. Lizcano Roa)



Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos.

(Philip Gibbs)

 

Tomando como base el texto de José Saramago llamado Ensayo sobre la ceguera (1995), y el texto de Rousseau (1754) “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”, quiero realizar una analogía sobre el concepto de piedad y cómo este se ve reflejado en el texto de Saramago, y que lo haré de la siguiente forma: 1. Definición del concepto de piedad según Jean J. Rousseau; 2.  Puntos de encuentro y desencuentro entre el concepto de Rousseau y el texto de José Saramago y; 3. Conclusiones:

 

La  piedad o conmiseración para Rousseau  (1754) es un afecto primario que se encuentra en la naturaleza de todos los seres humanos, es en sí una virtud universal en el que los seres humanos son capaces de reconocer al otro como similar, es además la capacidad que tienen los seres humanos de “ponerse en los zapatos del otro”, aunque le incomoden y le queden grandes, y es una sentimiento que además es fortalecido por la razón. Así mismo, la piedad es ese sentimiento que nos lleva a socorrer al otro cuando este sufre, es también ese sentimiento que inspira a los seres humanos, y que se asemeja a la bondad, la piedad surge para afinar o aplacar el amor de sí y el amor propio, en definitiva la piedad contribuye a la conservación de nuestra especie humana, el cual lo sustenta Rousseau en el siguiente párrafo:

 

Me refiero a la piedad, disposición conveniente a seres tan débiles y sujetos a tantos males como nosotros somos; virtud tanto más universal y útil al hombre, cuanto que precede en él al empleo de toda reflexión, y tan natural que los mismos brutos[1] dan de ella algunas veces señales evidentes. (p. 75)

 

Teniendo en cuenta el párrafo anterior, en el texto de Saramago (1995) se encuentran actos de piedad o conmiseración, ejemplificado de la siguiente manera: “Le pido perdón, fue mía toda la culpa, no tenía por qué hacer lo que hice…” (p. 69). Sin embargo, ¿qué sucede cuando el amor hacia los demás se debilita, convirtiéndose en amor propio?, según Rousseau (1754) el amor propio es el origen de la degeneración de los sentimientos naturales, es decir el amor propio silencia a la piedad, allí entonces la miseria del pobre, la muerte de un semejante o el desastre del prójimo dejan de conmover a nuestra piedad cuando la razón comienza a dar argumentos que justifican dicha indiferencia y que de alguna forma se ve representado en el texto de Saramago (1995): “Cómo irá la pierna de ese, se preguntó, pero sabía que en ese momento no se trataba de compasión, lo que quería era fingir preocupación”(p. 64). Parece ser entonces, que los intereses que anteriormente giraban en torno a los otros, empiezan a inclinarse hacia sí mismos, encegueciendo a toda la humanidad, creando el caos, provocando guerras, asesinatos, envidias, etc., cito a Saramago (1995): “No quiero creer que esté ocurriendo esto, va contra toda regla de humanidad” (p. 71); “No basta con que estemos ciegos, es como si nos hubieran atado de pies y manos” (p. 78).

 

En contraposición a lo anterior, no cabe duda que la piedad en sí, es un factor indispensable para la especie humana, porque quizás sin esta, nuestra especie hace mucho tiempo se hubiese extinguido, aquí surge esa repugnancia de la que nos habla Rousseau  (1754) en su texto, porque a pesar de cualquier circunstancia que el ser humano este viviendo, sentirá compasión por los infortunados, es un sentimiento que al ser universal es irresistible, teniendo en cuenta que para ello no es necesario tener un vínculo afectivo hacia el otro; y Rousseau  (1754) lo sustenta y ejemplifica en el siguiente párrafo:

 

Resulta que la piedad es un sentimiento natural que, moderando en cada individuo la actividad del amor propio, concurre en la conservación mutua de toda la especie. La piedad impedirá al robusto salvaje quitar al débil niño o al viejo enfermo la subsistencia adquirida con trabajo, si espera hallar la suya en otro lado. (p. 78)

 

Respecto a lo anterior, en el texto de Saramago (1995) se ve representado cómo los ciegos se ayudan mutuamente para poder sobrevivir en el contexto en el cual se encuentra inmersos, y del cual no pueden liberarse a menos que sea por su propia muerte, Saramago (1995) representa muy bien este argumento en su texto de la siguiente manera:

 

Los buenos y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro, incluyendo aquellos, infinitos, en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo,  para congratularnos o para pedir perdón, hay quien dice que eso es la inmortalidad. (p. 86)

 

En conclusión, la piedad según Rousseau  (1754) trasciende todas las situaciones humanas, no importa cuán “malvados” seamos, siempre habrá algo que nos hará sentir culpa y piedad por ese otro que esta al frente de nosotros y que sufre, desembocando así actos de beneficencia; el piadoso entonces, no solo siente pena por el otro, sino que realiza actos para contrarrestar dichos sufrimientos, y que definitivamente se vio reflejado en el texto de Saramago (1995). A su vez el amor propio no aleja el amor hacia los demás, parece ser entonces que el bien particular, también está determinado por un bien común que se ve representada en la piedad o en la conmiseración por los que nos rodean, ¿No sería este un buen camino, en búsqueda de esa felicidad y libertad tan anhelada que solo la virtud de la piedad podría ofrecernos?

 

 

Referencias

 

Rousseau, J. (1745). Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. Buenos Aires: Aguilar.

Saramago, J. (1995). Ensayo sobre la ceguera: págs. 64-101. Bogotá: Santillana



[1] Animal que escoge, rechaza y obedece por instinto. No tiene la capacidad de decisión, ni elección y es incapaz de perfeccionarse a sí mismo.  (Rousseau, 1754)