Influenciados estamos entre gritos de desespero, dentro de paisajes negativos donde se resbalan las melodías y se frotan los pasos inmóviles entre ojos entornados. Usamos el verbo “olvidar” como una forma de quebrantar los deseos más sutiles que están al otro lado del camino, que te invitan a saltar y a vivir sin miedo a que tenés que volver a empezar en la ubicuidad del perdón, que llama a la lluvia mientras vos lloras, lúcida al cielo.
Carlotta de Borbonet ©
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Gracias por leerme :)