jueves, 21 de septiembre de 2023

UNA MENTE CONFUSA (DIARIO) 17-18

 



24 enero 2022

Estoy en esta habitación y pienso en mi madre. Tengo deseos de llorar. Pero mis pensamientos son hermosos y están llenos de alegría. No pido más que tener tiempo para escribir todo esto, tiempo para escribir mis libros. Luego, no me importará morir. No vivo más que para escribir. Trato de ver la hermosura del mundo (¡Dios mío, cuán terrible es este mundo!). Pero me parece como si yo tuviera que cumplir un deber, como si alguien me hubiera impuesto una tarea que estuviera obligada a terminar. ¡Déjenme acabar, acabar sin prisa; poniendo en ella toda la belleza que pueda!

Mi madrecita, mi estrella, mi valor, todo mi ser. Me parece ahora vivir en ella. Vivimos en el mismo mundo. No es del todo este mundo, tampoco es del todo otro mundo. Quiero muy tiernamente a mi familia y a algunas otras personas. Quiero de la buena y vieja manera. Vivir -vivir-, esto es todo. Y dejar la vida como la dejó Madiedo y como Pizarnik la dejó.

 

25 enero 2022

«Y cuando nadie te despierta por la mañana, y cuando nadie te espera en la noche, y cuando puedes hacer lo que quieras. ¿Cómo lo llamas? ¿Libertad o soledad?» – Charles Bukowski

Quiero escribir. Pero pienso que hay que escribir cuando se tiene algo qué decir. ¿Qué contaría yo? ¡Mis angustias! ¡Mis anhelos! ¡Mis invisibilidades! Quiero llorar. Quiero gritar. Quiero chocolate. Recorro mi vida: sonrío. Ha sido un poco intensa, casi como de boceto. Cada minuto tomo más conciencia de mí y mi sonrisa se amarga. Me siento agotada. Ningún libro puede ya sostenerme. Sartre me aburre. Schopenhauer me deja insensible. Siento un caos. No sé por dónde empezar. Que miserable vacío. Es como si hubiese perdido la facultad de gozar. Nada me conmueve. ¡Mi problema esencial es escribir, escribir y escribir!


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