jueves, 21 de septiembre de 2023

UNA MENTE CONFUSA (DIARIO) 23-24

 


8 febrero 2022

Sobre la tristeza

Yo no sé si lo que siento hoy sea tristeza o simple desilusión mediática. Y es que escribir sobre la tristeza es algo curioso, según Montaigne los estoicos prohibían la tristeza a sus discípulos, lo cual era algo garrafal, porque la tristeza es propia del ser humano. Evitar la tristeza es humano, evidentemente, pero huir de ella es un acto de miedo que dice muy poco de las personas que la llevan a cabo o que la manifiestan. Los seres que afrontan la tristeza y no huyen de ella son los que tienen más vida por delante…más ganas de vivir. Y dentro de nosotros está la clave para luchar contra la tristeza, por ejemplo, no tomarse la vida tan en serio sería el primer paso. La tristeza es pesimismo, sin embargo, yo creo que esta sonriente le ganaría la partida a la pena y a la amargura. Eso sí, lo ideal es que es importante evitar que la tristeza se convierta en una postura cómoda de desintegración paulatina soportable.

Es un sentimiento incontrolable, y muy tendiente a ser ocultado dentro de la intimidad más reducida de uno mismo. Sin embargo, creo que las personas que no ocultan la tristeza son más bonitas en su realidad. Esa posibilidad de camuflarla me hace pensar en su antónimo, la alegría. La relación entre las dos es ineludible, tanto es así que, en muchas ocasiones, la tristeza es la resaca de haber conocido la felicidad, al igual que la tristeza es patrimonio exclusivo de quien conoce la alegría.

 

9 febrero 2022

Felicidad o utopía

La felicidad es un parpadeo. Pocos logramos experimentarla de manera constante y duradera. La sentimos como mariposas en el estómago o cuando de pronto salimos temprano de la oficina un viernes por la tarde. Aristóteles relacionaba la consecución de la felicidad entendida como un bien supremo. En uno de sus textos, expresaba: "El bien, que debe buscarse sólo por sí mismo, es más definitivo que el que se busca en vista de otro bien; y el bien que no debe buscarse nunca en vista de otro bien, es más definitivo que estos bienes que se buscan a la vez por sí mismos y a causa de este bien superior; en una palabra, lo perfecto, lo definitivo, lo completo, es lo que es eternamente apetecible en sí, y que no lo es jamás en vista de un objeto distinto que él".

Existe una lucha constante por el ser humano por alcanzar ese estado de bien supremo. Sin embargo, a veces se torna difícil dividir lo que uno hace motivado para alcanzar ese estado de plenitud o si es puro egoísmo. Felicidad y egoísmo no van de la mano. Se contraponen.

La clave, según los budistas, por tanto, es aprender a vivir en desapego. Es decir, ser consciente de que las cosas o las personas, no están para ser poseídas como una forma de sentirnos plenos. No. Lo importante es saber disfrutar de los momentos, pero sin considerar como indispensable, ya sea un bien material o la presencia de una persona.


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