domingo, 31 de agosto de 2014

POEMA LXIV


Se derraman los ecos
que sueñan y deambulan
sobre la quietud absorta
de los libros, que flotan
y asfixian la agonía en 
rumores arañando al
silencio en los repliegues
vaciados de desgracias, 
tentando al reposo nudo
de las angustias engendradas 
de la nada y que intenta
recobrar el torbellino de sus 
deseos, que combatirán a 
galope, defendiendo en 
palabras las horas hasta 
cuándo la mentira se
ahogue en los ruidos de
sus versos asaltando las 
heridas delirantes que se 
derraman sobre sus labios 
mezclando las sombras de 
besos y palabras envasadas
en cuarentena sobre lo
que desea engendrar. 

Carlotta De Borbonet ©




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