Tal vez hemos fallado, tal vez recorrer
sin destino de arriba a abajo sea la solución para perder los miedos que salen ampulosas al encuentro de los cánticos agudos que no conocen
las historias de las aves que han nacido sin alas y que, como estatuas
rotas extraen de las ramas la locura desgarrada por el filo de los
anocheceres, penosas de tu sufrimiento como galerías surrealistas al olvido. La
angustia es un síntoma que vaga en la sombra de los recuerdos
convencido de la necesidad afectuosa que sientes ante el mundo, pero no esperes
nada de él, porque la tristeza te carbonizará en la aglomeración y al
borde del filo las noches sin luna te hundirán al unísono
en el adiós de un ayer, sucumbiendo a la miopía de los hombres
que harán volar tu cariño sobre globos a un ritmo disonante, e impropio a tus
deseos. Mejor toma consciencia, lee, escribe, fuma, duerme, arrópate en los
brazos de quien te amé, de quien desee luchar contigo, de quien desee besar tus
labios amargos mientras intentas apaciguar el berrido de tu alma con música de
los Beatles o los Rolling Stones. Huye cuando sea necesario, prolonga ese
momento e intenta encontrarte allí donde el sol alumbra y no se sufre, podrías
escribir y suscitar al aire tus secretos, mientras sueñas con olas verdes sabor
a margarita. Apacigua el olvido, atrapa tus letras y vive sin destino.
Carlotta de Borbonet ©
Julie P. Lizcano Roa
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Gracias por leerme :)