Estoy en esta habitación y pienso en mi madre.
Tengo deseos de llorar. Pero mis pensamientos
son hermosos y están llenos de alegría.
No pido más que tener tiempo para escribir todo esto,
tiempo para escribir mis libros. Luego,
no me importará morir. No vivo más que para
escribir. Trato de ver la hermosura del mundo
(¡Dios mío, cuán terrible es este mundo!).
Pero me parece como si yo tuviera que
cumplir un deber, como si alguien me hubiera
impuesto una tarea que estuviera obligada
a terminar. ¡Déjenme acabar, acabar sin prisa;
poniendo en ella toda la belleza que pueda!
Mi madrecita, mi estrella, mi valor, todo mi ser.
Me parece ahora vivir en ella. Vivimos en el
mismo mundo. No es del todo este mundo,
tampoco es del todo otro mundo. Quiero muy
tiernamente a mi familia y a algunas otras personas.
Quiero de la buena y vieja manera. Vivir -vivir-,
esto es todo. Y dejar la vida como la dejó Madiedo
y como Pizarnik la dejó.
MEMORIAS DE UNA MENTE CONFUSA
CARLOTTA DE BORBONET
JULIE PAOLA LIZCANO ROA
2022