Imposible recuperar las lágrimas derramadas por los años pasados, especialmente por los últimos doce o trece años en que he caminado de rodillas y a tientas. ¡Me rebelo! Contempló el aire que pasa por estas cuatro paredes y me resigno a sacrificar mi tristeza por un día de paz y alegría. Tengo miedo de mí, de mi absurda existencia plana y sin sentido. ¿Qué me deparará este año que llega? Más dolor y sombras, o felicidad y augurios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leerme :)