Con ansias y amargura respiro anhelando tranquilidad
y paz, tratando de cosechar quimeras del infierno.
La tristeza se prepara con un gran silencio en el corazón,
lo mismo que se hace cuando se está escribiendo
una gran obra. El propio depresivo lo ignora. Un día
simplemente se sumerge al más allá de esa tristeza
inacabada, es como estar minado de malos
pensamientos. La larva se halla en el corazón
de ese ser humano que todo le duele…
hasta el alma. Este juego mortal que nos
lleva a la oscuridad de la cueva, a evitar
la luz es algo que debe investigarse y si
pueden, tratar de comprenderse.
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Gracias por leerme :)