Mi facultad de decepción sobrepasa mi entendimiento.
Cada vez que me siento deprimida o con algún
vacío existencial me apiado de mi pobre cerebro y
me siento llevada por un deseo de pregonar.
Entonces ahí supongo de dónde surgen todos
esos reformadores, profetas y salvadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leerme :)