miércoles, 23 de julio de 2014

CARTA Nº 26

Img. Sara Herranz

Tú no sabes lo que se siente llevar tatuado sobre la espalda tu nombre; tú no sabes lo que se siente cargar tus promesas sobre mis pechos; tú no sabes lo que se siente llevar tus poemas sobre mis labios; tú no sabes qué es la soledad, cuando nunca has extrañado a nadie; tú no sabes qué se siente morir por amor, porque nunca has amado a nadie; tú no sabes qué es perder la respiración cuando abrazas a alguien, porque nunca has necesitado afecto; tú no sabes qué es sentir angustia por ver a ese alguien que amas, porque a ti nunca te han importado las compañías; tú no sabes qué se siente escribirle a la luna para desear que alguien regrese a tu lado, porque tú nunca has sido capaz de mirarle la cara a los sueños; tú no sabes qué se siente buscar a alguien bajo tu almohada; tú no sabes qué se siente ver alejarse el tiempo mientras va consumiéndose los recuerdos; tú no sabes que se siente lamentar la ausencia de alguien cuando te sientes devastado; tú no sabes qué se siente soñar despierto mientras el sol intenta darle sentido a tu camino; tú no sabes qué se siente llorar por alguien cuando la ausencia gime de miedo; tú no sabes qué se siente dar la vida por alguien cuando has dejado tu propia vida a un lado; tú no sabes qué se siente despertar con el alma fría y cansada; tú no sabes que se siente ser una fracasada cuando he entregado mi vida para cumplir tus sueños sobre los míos; tú no sabes qué se siente cuando el silencio matutino me grita con desespero; tú no sabes qué se siente esperar a alguien atrás de una puerta cuando la vida misma se encarga de agrietar tus días; tú no sabes qué se siente ser despedazada por el abandono, cuando lo único que has hecho es alejarte a tientas; tú no sabes qué se siente perder, cuando nunca has amado; tú no sabes qué se siente perder la cabeza por alguien, mientras el corazón luchar para no detenerse; tú no sabes cómo me siento, porque simplemente tu nunca me has sentido.

El tiempo pasa, despierto angustiada pensando que en cualquier momento debo asumir la realidad, no hay nada que logre consolarme. Han pasado casi tres meses y no sé nada de ti, esta sensación de abandono me hace perder energía, los días son días de invierno enmantados por recuerdos y versos que se confunden con el silencio, tengo momentos de euforia que no duran mucho, y luego regreso a mi total estancamiento, llena de frustraciones, desearía cortarme las venas y enviártelas de a pedacitos, para que el resto de tu vida recuerdes mi sufrimiento y digas "esta fue la mujer que al otro lado del mundo murió esperándome".

Necesitándote, Manuela Zimmerman. 

Carlotta De Borbonet © 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por leerme :)