martes, 15 de julio de 2014

EN UN RINCÓN VIVE ELLA.



No encuentro la victoria celeste 
que recobre el cariño, y que envuelva
los caminos de deseos que galopen
en mi corazón. He derrochado la
vida por cielo y tierra, y de a mitades 
naufragan los recuerdos de infancia
que vagan por las calles, barridas por 
los vientos gastados, de destinos sin 
dirección ni alojamiento. 

La vida reclama, mientras la muerte 
espera como un arroyo sin caminos a 
la mar, pero la vida prevalece, frágil, 
distante y sin anhelos. Acorralada está
ella, marchita y sin llamarada que la
alumbre, se esfuerza, lucha, se resiste,
mientras un afecto profundo llega, y así
transformar el gemido en consuelo. 

El corazón ciego y derrochado como un
cadáver, cosido por hilos de perdón que 
descansa sobre sus latidos, mientras un 
clamor de victoria aplaca su sufrimiento. 
Besar al amor quisiera, que me ayude ante
este fatal derrumbamiento, pero aumenta mi
infortunio, ya la muerte ha anunciado mi 
nombre, estoy perdida en lontananza,
las flores se marchitan, caen las hojas 
mientras mi alma  asciende al cielo.

Los astros se estremecen de esta pena 
mía que ya no tiene importancia, enfrentaré
cara a cara a la muerte, y pintare los cielos
con los colores del arco iris para firmar en 
el firmamento, mi recuerdo; descansar  es lo
que deseo, porque estoy muy triste, y de un 
soplo quiero apagar este infierno. 

Carlotta De Borbonet ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por leerme :)